11 de mayo de 2012

Los vengadores (2012), Joss Whedon

Se abre el telón y aparecen multitud de superhéroes, seres capaces de salvar el planeta representando a la humanidad, tomando partido de la clásica lucha entre el bien y el mal. Una buena muestra de los personajes que varias generaciones soñaron ser, Los Vengadores: Thor, Capitán América, Iron Man, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón. Ante tanto batiburrillo y tantos otros deslices en este tipo de superproducciones, salta la alarma. Pero lo cierto es que Los Vengadores está muy bien narrada y tiene todo lo que ha que tener una buena película de acción.
Es evidente que la mítica editorial de cómics estadounidense Marvel sigue avanzando con pasos de gigante en el mundo del cine. Después de la saga X-Men ha coproducido otras películas sobre superhéroes, casualmente los que componen al equipo de Los Vengadores. Thor (Branagh, 2011), El Capitán América (Johnston, 2011), El increíble Hulk (Leterrier, 2008) o la saga Iron Man (Favreau, 2008 y 2010), son películas de gran presupuesto que han dado grandes resultados económicos. Superproducciones que han funcionado como antesala del producto final, la recreación del cómic definitivo que Stan Lee y Jack Kirby plasmaron en el papel allá por la década de los sesenta: Los Vengadores. Como resultado, una película que dobla en presupuesto a cualquiera de las anteriormente nombradas, y que sin duda multiplicará sus beneficios.
Los Vengadores es más de lo mismo pero mejorado, porque destaca por encima de tantas otras películas de superhéroes tan edulcoradas que acababan dando hiperglucemia. La película tiene ritmo, las dosis de acción están muy bien pautadas y los continuos pero no excesivos brotes de humor surgen cuando realmente se necesitan, como punto de fuga. Procedente principalmente del mundo de la televisión (Buffy Cazavampiros, Firefly, etc.) el realizador Joss Whedon no deja un sello característico en el film, no trata de hacer una declaración de intereses cinematográficos. Su producto es netamente comercial y puesto que así debe ser, consigue lo que muy pocos: que el espectador se amarre de verdad al asiento y no se sienta ante una película más en la que casi deba hacer un esfuerzo para entretenerse.
Sin llegar a los niveles del hasta el momento inalcanzable Batman Christopher Nolan, entre otras cosas porque es un tipo de película distinta, Joss Whedom consigue darle con creces al espectador lo que busca cuando visualiza una película de acción en una sala de cine: buenas dosis de entretenimiento y adrenalina. Seguro habrá secuelas.

No hay comentarios: